miércoles, 3 de marzo de 2010

Capitulo 10 "Sombras"

El timbre de la pared anunció por fin lo que todos los estudiantes llevaban esperando desde que había empezado la clase. Hora de ir a casa,de ir con los amigos de fiesta,o simplemente,de no hacer nada. El agudo y vivificante chillido de la libertad. Si,viernes tarde al fin.
Laura empezó a recoger sus cosas un poco mas tarde que el resto. Normalmente sus amigas recogían cinco minutos antes,solo por el placer de ver a la vieja Ana quejandose y gruñendo. Ana,la vieja profesora de historia les caía fatal a todos. No era solo que no enseñaba bien,sino que además disfrutaba fastidiando a sus alumnos. Y estos hacian lo que podian por devolverle la jugada.

-Qué,Laura,¿te vienes al parque con nosotras?

Laura volvió a la realidad. Se había puesto a juguetear con su goma Milán,y no se había dado cuenta de que casi toda la clase había desaparecido por la puerta. Delante de ella estaban sus amigas,mirándola con gesto interrogante. Ellas ya sabían que a veces Laura tenía lapsus de conciencia de los que era dificil sacarla.

-No se...se supone que debería ir a casa-dijo mientras barría con el dorso de la mano las migas de goma de borrar. Miró por la ventana,a pesar de ser Diciembre,había algunos claros en el cielo nuboso y gris que desparramaban sol sobre la hierba del parque de al lado.-pero un dia es un dia,venga,voy con vosotras.
Sus amigas sonrieron y la esperaron hasta que hubo recogido todo.

Entre risas,anécdotas y algo de alcohol,a Laura se le pasó el tiempo volando. Además,el dia,y la tarde,habían sido excepcionalmente buenos y las pocas nubes que se habían formado con la caida del sol,ya se estaban disipando. Parecia que finalmente no iba a llover. Por eso,Laura se alarmó cuando vió en su reloj que eran más de las once. Su padre le habia dicho que no tenia inconveniente en que saliese hasta mas de las once en viernes,pero que avisase antes para no tenerlo preocupado. Al fin y al cabo,ya era mayorcita.

-Ey,chicas,me tengo que ir,que mi padre me matará si no llego a casa a tiempo. Ya hablamos,¿va?

-¡Va,nos vemos!-dijeron mientras saludaban con la mano,y Laura se alejaba.

Miró el reloj una vez mas,para comprobar que no se equivocaba. ¡Las once y media pasadas!No sabía cómo podia habersele pasado el tiempo tan aprisa. Aceleró el paso,y se metió por una calleja vacía que le servia de atajo a su casa. Estaba empezando a hacer frio,y de las alcantarillas salía el típico vaho de las pelis americanas. La anaranjada luz de las farolas confería a las cosas un tinte fantasmal. "Dios,que tonterias pienso en cuanto bebo un poco...¡si es el atajo de siempre!" pensaba. Se dío la vuelta. No había nadie en la calle,pero como ya no se sentia muy a gusto y su padre estaría empezando a mosquearse decidió correr,aunque con tacones no era muy fácil. "Mierda,justo voy y me pongo tacones hoy" se dijo. De repente su ojo captó un movimiento muy rápido tras ella. Se volvió pero alli no había nadie.

-¿Hola?

Nada. El viento mecía las ramas de los árboles,y las nubes estaban regresando. Laura se giró otra vez,pero de nuevo captó aquel movimiento furtivo con el rabillo del ojo. Se paró y miró a su alrededor. Nada. solo había unos cubos de basura un poco a lo lejos. Como se estaba empezando a asustar corrió aun mas deprisa,y acabó tropezando.

-¡Mierda!-exclamó. Se le había roto un tacón.-Se acabó.-dijo. Se quitó los zapatos y echó a correr descalza,asi era mucho mas fácil,y ademas,sus pies se lo agradecieron,porque aunque correr así no era muy agradable,era mejor que correr clavandose los tacones.
Justo al llegar al portal de hierro del edificio y sacar la llave empezó a llover. Así,de pronto.
La llave giró con su peculiar chasquido,y sintió una presencia tras ella. Ya lo había sentido otras veces,y entonces supo con total claridad,qué era lo que la había seguido desde el parque.
Se giró despacio,mientras empujaba el pomo de la vieja puerta de hierro.

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