lunes, 31 de mayo de 2010

Capitulo 12 "Agitación"

Se incorporó de repente,temblando y envuelto en un terrible sudor frio.
Atrapado.
Atrapado.
Atrapado.
La palabra que era el sinónimo de sus peores pesadillas en los últimos tiempos.
Recostó de nuevo la cabeza contra la almohada intentando sosegarse.Miró el despertador,deteniendose a contemplar las manecillas,que inexorablemente seguían su curso.El tiempo no se detenía.Las cuatro de la madrugada.Una hora temprana todavia.
Estaba seguro de no haber dejado pistas esta vez.
Atrapado.La palabra le rondaba todavia como un molesto moscón.Tardaría seguramente un rato en volver a sumergirse en las brumas del sueño.Se llevó una mano a la boca con el propósito de morderse las uñas y relajarse. Mientras roía la carne que las rodeaba se detuvo a reflexionar.Jamas había considerado cómo se sentirían sus victimas al morir,al notar que su vida dependía enteramente de él.La proxima vez que tuviera ocasión se lo preguntaria. Miraría a los ojos a la infortunada presa y le preguntaría que se sentia.La mera fantasia le provocó un placer indescriptible.Soltó una carcajada siniestra,pero rápidamente la silenció,y apenas quedó un amago de sonrisa en sus labios.
Volvió a mirar el reloj. Las 4 y media.
Apenas cinco minutos mas tarde,ya estaba dormido.Soñaba lo que sueña un asesino.

***

Desde una cama improvisada hecha con sillas y alguna almohada Lucas Sandoval saludó a la imagen que le devolvía el espejo. Las 4 y cuarto de la madrugada.Estaba a punto de dormirse,asi que decidió ir a la cocina a prepararse una taza de café bien cargado. Tenia una cara de zombie increible,y no le extrañaba. Le había prometido a Laura que se quedaria velando su sueño,para que no la asaltara de nuevo aquella sensacion de estar siendo perseguida por un espectro.Lucas dejó momentaneamente de recordar los sucesos vividos apenas cuatro horas antes para realizar la tarea de preparar la cafetera. En aquel estado de somnolencia le resultó increiblemente dificil,y apenas logró que no se le cayera al suelo. No queria despertar a su hija. Una vez que el café estuvo listo se desplazó al sofa,donde recostó la cabeza en un cojín mullido y grueso. Se le escapó una leve risita histérica.Tenia la sensación de haber regresado a un pasado en el que Laura veía fantasmas hasta en la bañera y acudía a el para que los ahuyentase con un cuento y un abrazo. Qué fácil era entonces. Pero Laura empeoró. Llegó a padecer migrañas e intensos dolores de cabeza. Lucas se preocupó,como todo buen padre haría,y decidió llevarla a un centro de tratamiento especial. La trató un psicólogo,y pareció que había funcionado.
Hasta aquella misma noche.
Lucas se quemó con el café.
-¡Joder!-se le escapó.
Estaba seguro de que lo que había ocurrido aquella tarde no tenia que ver con presencias sobrenaturales que procedieran del inframundo.Eso era una estupidez.
Pero si no había sido un fantasma,¿que era lo que había rondado a Laura? Claro,aquello en caso de que realmente la hubieran seguido y no fueran todo delirios de su hija. Se corrigió. "Delirios" no quedaba bien,sonaba como a loco,o psicopata. "Imaginaciones" era mejor. Las imaginaciones de su hija.
Miró el papel clavado con un alfiler rojo en el corcho del salón. Las pistas de los asesinatos no conducían a ninguna parte.¿Cabía pensar que fueran muertes sin conexión? No lo sabía. Como tantas otras cosas,Lucas no lo sabía.

jueves, 8 de abril de 2010

Capítulo 11 "Nocturno"

Un hombre camina solo por la calle. Camina deprisa,haciendo apenas ruido cuando la suela de sus zapatos roza el suelo. Camina abstraido en sombrios pensamientos. No se fija en el cielo nocturno,ni en la suave brisa que alborota su cabello. Tampoco es consciente de que en otra parte,otro hombre tambien esta solo,acodado en un balcón,fumando un cigarrillo barato,mientras desenvuelve la maraña de sus recuerdos.

Lucas miraba fijamente el cielo. Las nubes se acercaban por el este a un ritmo pausado,tapando la luna cada vez mas. Al llevarse el cigarro de nuevo a la boca tosió y se atragantó con el humo. Tenía que dejar de fumar,ese era otro de los propósitos que siempre hacia por año nuevo. Lo hacia siempre por que nunca lo cumplia,claro. Porque el humo le ayudaba a concentrarse,como en esa ocasión. Aquella mañana había salido corriendo del restaurante donde solía comer por que le habia parecido ver a través del cristal a Violeta. En su carrera había tropezado con un señor un tanto voluminoso y para cuando salió a la calle ya no quedaba ni rastro de lo que habia creido ver,tan solo un puñado de gente desconcertada. Tenía que hacer borrón y cuenta nueva,de una vez por todas y para siempre. Ese era otro de los propósitos que tampoco cumplia nunca. ¿Cómo olvidar a la mujer de su vida?
Dificil meta,ciertamente. Cada vez mas a menudo en el último mes había tenido sueños en los que la veia fugazmente. Por ello aquella mañana creyó que de verdad se habían cumplido sus sueños.

Con un gesto del dedo tiró el cigarro consumido a la calle y expulsó el humo,que se elevó de inmediato hacia el cielo nocturno. No sabia qué hacer con el caso;aunque lo había reunido todo en una hoja de papel,seguia sin tener ni idea de si seria cosa del mismo asesino. En su fuero interno esperaba que volviera a actuar,para darle otra pista,aunque en cuanto lo pensaba se regañaba a si mismo por pensar si quiera en la muerte de otra persona. Pero si solo tuviese una pista mas...Tosió de nuevo,y esta vez tuvo que golpearse el pecho por que se quedaba sin respiración. Al mismo tiempo,una gota de lluvia le cayó en plena coronilla. Miró de nuevo hacia arriba,el cielo estaba totalmente encapotado y había empezado a hacer frio. Se preguntó por vez primera en todo el rato dónde estaria Laura,ya eran mas de las once...
Rompió a llover con muchisima fuerza en el preciso momento en el que se oyeron unas llaves abriendo la cerradura de la casa.

viernes, 5 de marzo de 2010

FIN DE LA 1ª TEMPORADA

Aquí acaba la primera temporada,pero enseguida escribiré mas. Este parón es solo para poner en orden mis ideas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Capitulo 10 "Sombras"

El timbre de la pared anunció por fin lo que todos los estudiantes llevaban esperando desde que había empezado la clase. Hora de ir a casa,de ir con los amigos de fiesta,o simplemente,de no hacer nada. El agudo y vivificante chillido de la libertad. Si,viernes tarde al fin.
Laura empezó a recoger sus cosas un poco mas tarde que el resto. Normalmente sus amigas recogían cinco minutos antes,solo por el placer de ver a la vieja Ana quejandose y gruñendo. Ana,la vieja profesora de historia les caía fatal a todos. No era solo que no enseñaba bien,sino que además disfrutaba fastidiando a sus alumnos. Y estos hacian lo que podian por devolverle la jugada.

-Qué,Laura,¿te vienes al parque con nosotras?

Laura volvió a la realidad. Se había puesto a juguetear con su goma Milán,y no se había dado cuenta de que casi toda la clase había desaparecido por la puerta. Delante de ella estaban sus amigas,mirándola con gesto interrogante. Ellas ya sabían que a veces Laura tenía lapsus de conciencia de los que era dificil sacarla.

-No se...se supone que debería ir a casa-dijo mientras barría con el dorso de la mano las migas de goma de borrar. Miró por la ventana,a pesar de ser Diciembre,había algunos claros en el cielo nuboso y gris que desparramaban sol sobre la hierba del parque de al lado.-pero un dia es un dia,venga,voy con vosotras.
Sus amigas sonrieron y la esperaron hasta que hubo recogido todo.

Entre risas,anécdotas y algo de alcohol,a Laura se le pasó el tiempo volando. Además,el dia,y la tarde,habían sido excepcionalmente buenos y las pocas nubes que se habían formado con la caida del sol,ya se estaban disipando. Parecia que finalmente no iba a llover. Por eso,Laura se alarmó cuando vió en su reloj que eran más de las once. Su padre le habia dicho que no tenia inconveniente en que saliese hasta mas de las once en viernes,pero que avisase antes para no tenerlo preocupado. Al fin y al cabo,ya era mayorcita.

-Ey,chicas,me tengo que ir,que mi padre me matará si no llego a casa a tiempo. Ya hablamos,¿va?

-¡Va,nos vemos!-dijeron mientras saludaban con la mano,y Laura se alejaba.

Miró el reloj una vez mas,para comprobar que no se equivocaba. ¡Las once y media pasadas!No sabía cómo podia habersele pasado el tiempo tan aprisa. Aceleró el paso,y se metió por una calleja vacía que le servia de atajo a su casa. Estaba empezando a hacer frio,y de las alcantarillas salía el típico vaho de las pelis americanas. La anaranjada luz de las farolas confería a las cosas un tinte fantasmal. "Dios,que tonterias pienso en cuanto bebo un poco...¡si es el atajo de siempre!" pensaba. Se dío la vuelta. No había nadie en la calle,pero como ya no se sentia muy a gusto y su padre estaría empezando a mosquearse decidió correr,aunque con tacones no era muy fácil. "Mierda,justo voy y me pongo tacones hoy" se dijo. De repente su ojo captó un movimiento muy rápido tras ella. Se volvió pero alli no había nadie.

-¿Hola?

Nada. El viento mecía las ramas de los árboles,y las nubes estaban regresando. Laura se giró otra vez,pero de nuevo captó aquel movimiento furtivo con el rabillo del ojo. Se paró y miró a su alrededor. Nada. solo había unos cubos de basura un poco a lo lejos. Como se estaba empezando a asustar corrió aun mas deprisa,y acabó tropezando.

-¡Mierda!-exclamó. Se le había roto un tacón.-Se acabó.-dijo. Se quitó los zapatos y echó a correr descalza,asi era mucho mas fácil,y ademas,sus pies se lo agradecieron,porque aunque correr así no era muy agradable,era mejor que correr clavandose los tacones.
Justo al llegar al portal de hierro del edificio y sacar la llave empezó a llover. Así,de pronto.
La llave giró con su peculiar chasquido,y sintió una presencia tras ella. Ya lo había sentido otras veces,y entonces supo con total claridad,qué era lo que la había seguido desde el parque.
Se giró despacio,mientras empujaba el pomo de la vieja puerta de hierro.

sábado, 27 de febrero de 2010

Capítulo 9 "Patrón"

Lucas se sentó en una de las butacas del teatro. Su cabeza daba vueltas sin parar,intentando encontrar un sentido a un asesinato que se le escapaba de las manos como si fuera arena,y a la súbita muerte de un mago en el escenario. Tenía la sensación de hallarse en medio de una pesadilla. Una pesadilla que, a su juicio, estaba durando demasiado. Todo comenzó aquel dia de principios de invierno con el asesinato de María Paracuellos,y desde entonces había ido de mal en peor. Una garra gélida oprimia su corazón desde que,muchos años antes,había entrado en la academia de policía. ¿Como podía haber gente que matase a sus iguales,sin arrepentirse despues,sin tener en cuenta el enorme horror de acabar con una vida ajena?
Se levantó,y miró a Enrico y a Clara fijamente a los ojos. Parecía que los tres se temiesen lo mismo,y sin embargo nadie se atrevía a decirlo,por que eso solo significaba que lo que fuera que estaba pasando solo acababa de comenzar.

-Jefe...-dijo Clara-cree que estemos ante un...

Lucas la interrumpió.

-No lo sé,Clara. No lo creo,pero de ser asi,es algo terrible.

Enrico,todavía con cara de funeral,resumió los pensamientos de todos.

-Podria tratarse de un asesino en serie.

Lucas se mordió la lengua.

-No se,no siguen un mismo patrón,primero la muerte de la cajera aquella,con un ojo arrancado,y despues,la de un mago envenenado. Seria demasiada coincidencia,¿no creeis?

Clara estuvo pensando un rato y finalmente habló.

-Pero las dos fueron letales y rápidas,y en los dos casos,carecemos totalmente de pistas.-De repente la cara de Lucas cambió,y Clara lo miró como temiendose algo-Por que carecemos de pistas,¿verdad?

-Bueno...eso no es del todo cierto-dijo Lucas reprimiendo una sonrisa-Tengo una corazonada con esto que encontré en su camerino-dijo sacando rápidamente la bolsa de plástico en la que estaba el frasco de perfume,y enseñandoselo-,y recuerda que tambien encontramos manchas de sangre en el suelo del armario de la chica asesinada.

Clara suspiró. Lucas siempre solía sorprenderla de aquella manera. En aquellos años que llevaba trabajando con él,los casos siempre daban giros inesperados gracias a su potente mente y a su,por qué no reconocerlo,innegable suerte para encontrar pistas.

Lucas se giró hacia Enrico,y preguntó algo que llevaba en su mente desde que entraron en el teatro.

-Enrico,llevas toda la tarde sin hablar apenas y con cara de funeral,¿que te pasa?

-Nada,cosas personales,no tienen importancia,tranquilos.-dijo,y sonrió francamente, pero una sombra de tremenda culpa cruzó por su rostro. Fue apenas un breve instante,pero Lucas la percibió.

-De acuerdo,entonces,venga,volvamos a nuestras casas,al fin y al cabo,aqui hemos investigado todo lo investigable.

Clara coincidió con el,y Enrico movió la cabeza en un mudo asentimiento. Los ojos del policia italiano aún recorrieron el escenario una última vez,mientras sombríos recuerdos pasaban por su cabeza.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Capítulo 8 "El perfume"

Philip Dantés se preparaba para la noche. Se consideraba a si mismo una especie de animal nocturno,cual un lemur,o un murcielago;y en verdad lo parecia. Aquella mueca burlona en la cara,siempre ávida de las sonrisas y exclamaciones del público. En aquellos momentos,sus grandes ojos verdosos relucían con un resplandor argenteo y se sentia orgulloso de si mismo. Philip Dantés era un mago. En realidad se llamaba Carlos Sedán,tenía ascendencia francesa,media uno noventa,y sus fuertes brazos podían cargar con hasta dos de sus ayudantes si el truco lo necesitaba. Todo con tal de que el público lo aclamase.

Volvió a mirarse en el espejo. "Ciertamente...arrebatador",pensaba. Si había un defecto claro en Carlos Sedán,alias Philip Dantés,era la presunción. Era presumido,engreido,y presuntuoso hasta el extremo,motivo por el cual,nunca conservaba mas de dos semanas a una misma pareja,y lo mismo podía decirse de sus trajes. Sus apariciones en el escenario siempre eran espectaculares,alucinantes...arrebatadoras. Apareciendo de la nada en una nube de humo,con su traje reluciente,y aquella capa larguísima,que parecia que iba a engullirlo de un momento a otro,el público quedaba maravillado y comenzaban los aplausos. Tenia claro ya qué trucos iba a hacer aquella noche de invierno en el teatro,pero a pesar de todo,continuó contemplando su imagen en la superficie de azogue. Bien podia el público esperar,al fin y al cabo,asi crearía mas expectación.

Hizo un pase mágico para si mismo solo para ver cómo ondulaba la capa. Sonrió.
Con pasos lentos se dirigió hacia la mesilla que tenia en el camerino. Uno de sus ayudantes le había dejado un frasco de perfume carísimo para que lo probara. Personalmente no conocia al ayudante,puesto que tambien solía cambiarlos a menudo,y ya no llevaba la cuenta de cuantos tenñia o cual era cual. Pero un regalo era un regalo.

Acarició la superficie de metal bruñido del frasco de perfume y se decidió a probarlo. El publico no lo notaria,pero Bárbara,su escultural ayudante seguro que si,quiza aquella noche pudiera descorchar por fin la botella de Oporto...

Con un gesto enérgico destapó el frasco y se echó bastante perfume.
Uno de sus ayudantes entró en el camerino sin llamar.

-Monsieur Dantés,el público le espera,ya llevamos casi diez minutos de retraso.

-En fin...qué se le va a hacer...el público me adora- soltó una risita petulante,y andando con garbo salió al escenario envuelto en su capa y en una nube de humo que cubrió todo el escenario.

Se oyó un ruido parecido al desplome de un cuerpo. Cuando el humo se disipó Philip Dantés, Carlos Sedán,estaba muerto y en su rostro estaba pintada la expresión del mas puro asombro.


* * *

La llamada a comisaria aquella noche sorprendió a todo el mundo. Lucas había ido a prepararse un café con Enrico y Clara,para relajar la tensión y confiando en que quiza el café le animase un poco y le perimitiera encontrar una pista clara en todo aquel sinsentido. Por ello,aquella noche no fue Lucas quien contestó a la alarmada llamada de un hombre que predicaba la muerte de un mago en el mismo escenario,sino Sandra,una chica en prácticas que al igual que Lucas y los demas,hacía horas extras.

Cuando Lucas volvió y le pusieron al corriente de la situación,se puso en marcha a toda velocidad,y decidió que un respiero en aquel caso les vendria de perlas.

Al llegar al teatro,todo era un caos de gente entre bambalinas y colaboradores del mago muerto,pero Lucas consiguió encontrar al que parecia el jefe del cotarro.

-A ver, a ver,¿qué es lo que pasa aqui?-preguntó.

-¿Quien es usted y que quiere?-contestó a su vez el tipo,algo mosqueado.

-Lucas Sandoval,estos dos son Enrico y Clara. Somos de la policia,nos llamaron hara una media hora por algo de un mago muerto,pero si no es asi,nos iremos,puesto que tambien estamos muy ocupados.

-Ah,no,perdone,es que esto esta hecho un caos. Figurese usted que Philip Dantés ha fallecido nada mas salir al escenario.

-¿Philip que?- preguntó Lucas. Era la primera vez que oia ese nombre,y sin embargo le sonaba.

-Philip Dantés es el mago muerto. El que actuaba aquí esta noche. Tenemos una avalancha de gente que reclama el dinero por sus entradas. Despues de encontrarlo sin pulso en el escenario,la gente huyó despavorida y ahora reclaman furiosos. Es un caos.-Dejó caer la cabeza en un ademan de impotencia y frustración.

-Enseñenos el cadáver si es posible.

Les llevó hasta el escenario,y alli,en una posición algo forzada yacía el cuerpo del mago,los compañeros de Lucas,que eran eficientes,aunque a veces no lo pareciese, habían señalado el lugar con precinto policial y había puesto ya un cartelito advirtiendo de actuacion policial.

No era un espectáculo especialmente desagradable,no desde luego tanto como el de la última vez. De recordar el boquete en la cara de Maria Paracuellos le dió una súbita arcada,lo que hizo que el tipo que los había subido al escenario le mirase de forma extraña.

-Se llamaba Philip Dantés,¿no es asi?

-No exactamente,Philip Dantés era su nombre artístico,en realidad se llamaba Carlos Sedán,de padre francés y madre española,creo que todavía residen aqui,en España,aunque nadie sabe como ponerse en contacto con ellos para comunicarles este...asunto.

-Deje eso de nuestra parte.- Anunció Lucas- si es posible,me gustaría hacer algunas preguntas a todos los que en las últimas 24 horas hubieran visto al mago,asi como conocer la opinión de un médico.

-El médico esta de camino,lo llamamos en cuanto descubrimos el cadaver...fue algo espantoso,Carlos salió al escenario envuelto en una nube de humo,y cuando éste se esfumó,lo descubrimos muerto en el suelo,tal cual está ahora.

-Da la impresión de ser un ataque cardíaco,¿no jefe?- intervino Clara.

-Eso le corresponde decirlo al médico,de momento,encargaos de hacer preguntas a la gente,yo ire al investigar al camerino del mago si este señor- dijo señalando al tipo- me lo permite.

Cuando Lucas entró en el camerino le sorprendió lo espacioso que era. Contempló su reflejo en el espejo tal como había hecho Philip Dantés horas antes. Se dió cuenta de que empezaba a perder pelo.
El único efecto personal que habia en la sala era un bote de perfume,parecía del caro,y ya lo habían usado. Se acercó a oler la fragancia. Caro,sin duda,pero no lo usó,por razones de que podía ser una prueba cualquier cosa del camerino si al final resultaba que aquello no era un simple paro cardíaco. Lo guardó en una bolsa de plástico y lo precintó por si acaso sin que el ayudante del mago le viera.

Cuando salió,el médico ya había llegado,y de hecho,ya había terminado de examinar al cadáver. Lucas se acercó Clara,y se dio cuenta de que Enrico llevaba desde que habían entrado en el teatro meditabundo y con una expresión rara en el rostro.
Clara tomó aire.

-Ha sido un asesinato,el mago fue envenenado hace poco. La doctora no ha sabido decir que veneno es.

Lucas resopló,cansado.

-En fin...mas trabajo.

Clara asintió,consternada.