martes, 22 de diciembre de 2009

Capitulo 6 "En el fondo de un armario"

Tardaron bastante en llegar hasta la plaza de Santo Domingo en coche, por que el trafico en Madrid estaba bastante colapsado y la llovizna que habia caido hacia del asfalto un resbaladizo terreno de juego. De todas maneras, la tardanza ayudó a Lucas a transmitir a sus compañeros lo que había querido decir al salir del depósito y cogieron el coche de Enrico a toda prisa. Clara iba en el asiento del copiloto, mientras que Lucas conducía, y Enrico, desde la parte de atrás, atendía haciendo observaciones de vez en cuando.

Al llegar, Lucas no encontró ningun lugar donde dejar el coche, ni en los alrededores ni en ningún sitio. Ademas, habian instalado una pequeña feria justo en medio de la plaza,y los peatones hacían todavía mas lenta la busqueda de un inexistente hueco donde aparcar. Finalmente, cabreado e iracundo, Lucas dio un volantazo y situó el coche justo delante de dos asombrados viandantes que se pusieron a salvo inmediatamente pegando sendos saltos hacia atrás.

-¡Hala, aparcado!-dijo Lucas, todavía con la vena del cuello un poco hinchada.

-Jefe, no creo que esto este aprobado por ningun tipo de…

-¡Calla!,solo van a ser unos minutos…aunque, la verdad,si llego a saber que nos iba a costar tanto aparcar, habriamos cogido el transporte público.


Cuando llegaron al portal tuvieron la suerte de que justamente un vecino salia y les abria la puerta, era un chico joven con bolsas en las manos que esperó pacientemente hasta que entraron todos para salir a la calle.

Llamaron con urgencia al ascensor, pero parecia que no era el dia de Lucas, por que se fijó de repente en que había un cartelito que decia claramente que estaban en reparaciones y que disculpasen las molestias. Con un sonoro resoplido, tuvieron que resignarse y subir andando los escalones hasta el cuarto piso.

Cuando llegaron, Lucas miró varias veces para cerciorarse de que no habia gente en el rellano. No le gustaban los curiosos que decidian inmiscuirse en las investigaciones policiales y que venian a la escena de un crimen solo a mirar y cuchichear.

-Esta es-dijo Clara-Llevabas tu la llave, Enrico.
Enrico buscó en los bolsillos de sus pantalones, y tras sacar infinidad de objetos sacó por fin la llave. Mientras, Lucas habia apartado el precinto policial y Enrico pudo introducir sin dificultad la llave. La puerta chasqueó y se abrio.

Lucas paso primero y encendió las luces, la escena estaba como la habian dejado los técnicos, los objetos, apenas movidos de su sitio original.

-Chicos, vamos a buscar el armario ese, pero mantened los ojos abiertos por si se encontrais alguna nueva pista que nos sea de utilidad, aunque no creo que vayamos a tener tanta suerte de nuevo…

Tras unos breves instantes de inspección, fueron Lucas y Clara los que dieron con el armario. Estaba en la habitación de la víctima, al lado de la cama. Era un armario corriente, aunque ciertamente grande. En su interior hubiera podido caber una persona entera pasando desapercibida, aunque su estancia no hubiese sido muy cómoda.

Corrieron las puertas y se encontraron con las prendas de la victima, en el suelo del armario había unas pocas salpicaduras de sangre.

Lucas inspeccionó el interior del armario para cerciorarse de que no hubiese nada mas que hubiera quedado oculto tras las ropas.

-¿Es aquí donde se cometió el crimen?-preguntó Clara

-La víctima fue encontrada sentada en el sillón del salón, y al no haber huellas dactilares ni en su ropa ni en su piel, es de suponer que nadie la arrastró hasta alli. No, yo creo que esta sangre es del asesino.

Intervino Enrico en la conversación.
-No lo creo.

-¿Y eso por que, Enrico?

-Jefe, se le ha pasado que si la sangre fuese del asesino, deberia haber mas salpicaduras en el resto de la casa, ademas deberiamos haber encontrado piel bajo las uñas de la víctima si esta se defendió, y con ello causo heridas al asesino que pudieran sangrar, y ese no es el caso,¿verdad?.Y, además, dado el lapso de tiempo del que nos han informado en el que ocurrió el crimen, no creo que pudiera haber una lucha.

-Hum…eso es cierto. Vale, escucha esta teoría. La víctima llega de la calle sin sospechar nada, llega al salón, y de repente, le sale por detrás el asesino con la jeringuilla con la que inyecta el aire a nuestra víctima y que provoca el paro cardiaco. A la víctima no le da tiempo a defenderse, simplemente por que la muerte le llega desde atrás. En ese caso, la sangre en el armario no tendria ningun sentido.

-Creo que lo mas razonable seria recoger una muestra y llevarla a laboratorio,a ver que nos dicen.

-Eso es lo mas sensato que he oido en todo el dia, Clara.-dijo Lucas. Sin embargo, seguía con una extraña sensación en el pecho. Parecia aquel un asesinato realmente imposible. En ese momento se dio cuenta de algo.

-Espera,¿que es esto que hay en el fondo del armario?,parecen…¿huellas de los pies?

Hubo un breve instante de silencio.

-¿El asesino iba descalzo?-A Enrico le vino a la mente una macabra visión de un asesino que chapoteaba en la sangre de sus victimas.

-Puede ser que se quitara los zapatos para no ser oido. Quiza queria moverse sigilosamente.

-Sea lo que sea, es otra pista mas.

Lucas por fin tenia la confirmación que habia estado buscando, el asesino habia estado en la casa antes de que llegara la víctima y no se fue tras cometer el crimen,se quedó dentro del armario. ¿Cómo se les habia podido pasar mirar dentro de un armario en algo tan sencillo como un registro?

Salieron de la casa un poco mas animados con las nuevas pruebas,la sangre,y las huellas de dedos de los pies.



* * *

Le gustaba la penumbra. Desde niño, el exceso de luz le habia molestado mucho. Sus ojos eran mas sensibles que los de los demás y le hacía mas daño la luz solar. Revisó nuevamente el plan. A pesar de que acababa de comenzar se sintió triunfante e invencible. Dudaba que pudieran cogerlo, no habia descuidado nada y no habia dejado ningún tipo de prueba. Aquellos ineptos no le habían descubierto cuando registraron la casa por primera vez,se escondió en el armario y procuró pasar desapercibido. Estuvo en una posición muy incómoda y apenas podia respirar, pero había merecido la pena, no le habian cogido.
Ni lo harían nunca.

Volvió a desplazar los ojos sobre el plan minuciosamente detallado. Mañana iba a ser un gran dia.

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